Después de un año de arduo trabajo, el grupo de teatro El Balín compuesto por estudiantes de bachillerato del colegio Marymount y el Gimnasio Campestre, realizó la primera presentación de su obra teatral “La Bifurcación”, la participación de los jóvenes de los dos colegios le ha dado impacto a esta creación escénica permitiendo que los talentos brillaran en escena con luz propia. Esta producción fue presentada el 25 de mayo en el auditorio Charles Weston del Colegio Marymount.

La Bifurcación, es una obra que narra la historia de un grupo de rebeldes en un futuro distópico en el que la única opción que queda para los humanos es la programación, inconformes escapan de la universidad que los mantiene encarcelados y emprenden su escape y una aventura. Una reflexión acerca de los pensamientos impuestos por la sociedad y la busca de la felicidad.

El grupo reiniciará presentaciones el próximo semestre. Para ver la producción manténgase atento a la programación de presentaciones del grupo de teatro “El Balin” un grupo bi-institucional que ensaya en el marco de las iniciativas CoEd.

A continuación, el testimonio de Akemi Amezquita, una de las estudiantes del Marymount que participó en la obra de teatro.

Haber hecho parte de este grupo de teatro fue fácilmente lo mejor que me ha pasado en el colegio. Desde la ilusión que me hacía reunirme cada martes con las personas que aprendí a querer tanto en tan poco tiempo, hasta hacer una obra entre casi veinte artistas y sacarla adelante a pesar de todo lo que se presentó en el camino. Con cada ensayo se aumentaba la adrenalina del show, y a pesar de tropiezos y momentos en los que pensamos que no lo lograríamos, el día llegó y, habiéndolo practicado completo una sola vez, salió mejor de lo que cualquiera esperó. Este proyecto me ayudó a darle un propósito no académico a mi último año de colegio, y a mantenerme alegre frente a todos los cambios en mi vida; a hacer amistades que sé que durarán toda la vida, a ver el verdadero poder del arte en un ambiente lleno de pasión y apoyo, además de que me dió un vistazo de lo que me espera al estudiar teatro musical en la universidad, y a dejar algo de legado en mi colegio como integrante de la primera generación de El Balín: la comunidad artística que nunca olvidaré!

Akemi Amezquita Lozano – 11º

Testimonio de Juan Pablo Rincón, estudiante del Gimnasio Campestre