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Una clase a la vez

El texto reflexiona sobre cómo generar encuentros significativos en el aula mediante tres estrategias de The Art of Gathering de Priya Parker: definir el propósito de la clase, identificar a las personas clave para cumplirlo y crear experiencias únicas. Invita a repensar la labor docente con intención, creatividad y empatía.
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Una clase a la vez

Escrito por: María Camila Mora Rey – Proyección institucional

Resumen

El texto reflexiona sobre cómo generar encuentros significativos en el aula mediante tres estrategias de The Art of Gathering de Priya Parker: definir el propósito de la clase, identificar a las personas clave para cumplirlo y crear experiencias únicas. Invita a repensar la labor docente con intención, creatividad y empatía.


Pocas actitudes reflejan tanto de la cotidianidad en un colegio como los saludos y los encuentros esporádicos. Es en esos cruces de pasillos donde las estudiantes recuerdan la pregunta que tenían pendiente para una profesora, o en las filas del almuerzo donde se comenta cuál era la respuesta correcta del examen (y por qué, para el punto del área, no basta con sumar los lados de la figura).

En estos momentos se percibe el valor del encuentro. Estas breves conversaciones demuestran que, por más pequeño que parezca ese instante, hay un intercambio de conocimiento que no debe darse por sentado. Los colegios son espacios donde el encuentro atraviesa toda la cotidianidad y, aunque a veces sea tan simple como un saludo, puede encerrar momentos tan significativos como un bloque completo de clase al final de un jueves.

Por lo tanto, es pertinente detenerse un momento a pensar: “¿Cómo se puede generar un encuentro significativo a partir de una planeación de clase?”. Priya Parker, autora del libro The Art of Gathering (2018), describe un paso a paso con elementos fundamentales para responder a esta pregunta. Las herramientas que propone pueden aplicarse a grandes eventos, fiestas de cumpleaños, reuniones de equipo o incluso funerales. Sin embargo, es fundamental resaltar que Parker no es una organizadora de eventos, sino una especialista en política pública y social que ha dedicado su trabajo a comprender cómo los encuentros intencionados pueden resolver conflictos nacionales, generar soluciones entre grupos con ideologías distintas y transformar las dinámicas de intercambio de conocimiento. Por eso, los pasos que describe pueden adaptarse también para planear una clase.

A continuación, se presentarán tres de sus consejos para generar estos encuentros. La invitación para los lectores es tener una mirada curiosa y crítica que les permita identificar cuáles de estas estrategias podrían implementar en sus planeaciones de clase y, de manera transversal, tomarse un tiempo para reflexionar sobre su labor docente.

  1. Definir por qué nos encontramos

Si la respuesta a “¿Por qué tenemos esta clase?” es “porque en el horario dice”, aún falta recorrer la mitad del camino. En su libro, Parker diferencia la categoría del encuentro de su objetivo. La categoría puede ser “clase de inglés”, pero el objetivo no necesariamente debe ser “enseñar inglés”. Al principio, esto puede parecer contraintuitivo, pero la clave está en comprender que una misma categoría puede abarcar tantos objetivos como clases de inglés haya en el año. Mientras que el objetivo de la clase de agosto puede ser “conocernos” o “entender qué libro hizo que a las estudiantes no les guste leer en inglés”, la penúltima clase puede tener el objetivo de “cerrar un ciclo” o “reflexionar sobre si era más fácil trabajar en grupos o individualmente”.

En el contexto escolar, puede parecer sorprendente, tedioso o incluso arrogante preguntarse por el propósito de cada clase. Para algunas personas, puede resultar disruptivo detenerse a cuestionar el objetivo de cada sesión. No obstante, tener claro ese propósito es un punto de partida necesario para enseñar desde la humildad y la empatía, pues requiere cierto grado de valentía preguntarse, una y otra vez, por qué vale la pena ser maestro.

“Reflexionar antes de empezar es casi tan
importante como hacerlo al final, y tener un objetivo
claro da un norte a todos los demás aspectos de la
planeación.”

Reflexionar antes de empezar es casi tan importante como hacerlo al final. Tener un objetivo claro da un norte a todos los demás aspectos de la planeación.

Una clave en este paso es ser lo más específico posible. Algunas preguntas guía pueden ser: ¿Este objetivo es replicable con otras estudiantes, en otro momento o en otra clase? Si la respuesta es sí, probablemente aún sea demasiado general. ¿Puedo anticipar lo que sucederá a partir de este objetivo? Si la respuesta es sí —por ejemplo, porque puedo anticipar qué actitud se espera de mis estudiantes—, entonces ya hay un mayor grado de especificidad. El consejo de Parker es: “Crear un mundo alternativo por medio de ese encuentro, diseñar un mundo que solo va a existir una vez” (Parker, 2018, p. 112).

  1. Definir la lista de invitados

Esta segunda recomendación puede entenderse con más facilidad en el contexto de una fiesta de cumpleaños que en una clase. Sin embargo, bajo modelos como las clases electivas o los espacios donde las estudiantes eligen a qué opción pertenecer —por ejemplo, en CAS—, definir la lista de invitados es clave para lograr un encuentro significativo. Parker propone preguntarse: “¿Cuáles son las personas que harán posible que se cumpla el propósito de este encuentro?” (Parker, 2018, p. 37).

En los espacios de CAS, por ejemplo, es fundamental pensar en el perfil de las estudiantes con las que un profesor desea contar para alcanzar el objetivo definido en el primer paso. ¿Son estudiantes con conocimientos previos sobre internacionalización, redes sociales o instrumentos? ¿O acaso la lista de invitadas se define por experiencias previas, como haber pertenecido a un equipo deportivo, hablar más de dos idiomas o haber participado en el Song and Dance?

Cualquiera que sea la característica esperada, debe ser claro para las estudiantes por qué están allí. Esta claridad no solo fortalece la identidad del grupo, sino que también incrementa su motivación. La invitación aquí es a ser explícitos con las estudiantes, explicarles qué las ha llevado a ese espacio. Esto puede lograrse mediante una actividad en la primera sesión de CAS o en convivencias que reafirmen el propósito inicial. Si el primer paso se ha hecho de forma consciente, la lista de invitados se convierte en un indicador claro de que ese propósito se está cumpliendo (Parker, 2018).

  1. Crear una realidad alternativa

Aunque ya se mencionó en el primer punto, esta sugerencia merece un análisis más profundo. Pensemos, por un momento, en las fiestas temáticas o celebraciones que se han vuelto rituales. Sin duda, son espacios donde había expectativas claras por parte de los organizadores, y las reglas eran explícitas para todos los invitados. A lo largo del libro, Parker explora el balance entre un encuentro significativo, intencionado por quien lo organiza, y la experiencia de los participantes. En este caso, los profesores son los organizadores, y las estudiantes, las invitadas.

Por lo general, los organizadores intentan no exigir nada a sus invitados (Parker, 2018). Sin embargo, establecer reglas y expectativas claras nivela el terreno para todos y, en ese sentido, también los protege. Las pop-up rules o “reglas emergentes” son pautas explícitas que igualan las condiciones porque anticipan las expectativas de ese encuentro específico (Parker, 2018). En el ámbito educativo, tienen el potencial de renovar el sentido de los encuentros.

Esta sugerencia invita a pensar: ¿qué se puede hacer diferente para que el encuentro planeado no pueda replicarse? La creatividad es esencial en esta etapa y funciona como una herramienta para alinear lo definido en los dos puntos anteriores.

En The Art of Gathering (2018), se desarrollan muchas más recomendaciones sobre cómo planear encuentros significativos. Estas tres pautas ofrecen reflexiones que pueden enriquecer la cotidianidad escolar, tanto para las alumnas como para los docentes. La invitación es a reflexionar sobre la labor docente, disfrutarla y recordar que, cuanto más distintas sean las clases entre sí, más cerca estarán de cumplir su propósito.

Además, el encuentro seguirá siendo parte esencial del día a día; lo valioso, entonces, será la posibilidad de volverlo significativo.

 


Bibliografía

  • Parker, P. (2018). The art of gathering: How we meet and why it matters. Riverhead Books.

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