Los padres son los principales artífices de la educación y formación de sus hijas, y el colegio se convierte en un apoyo para lograr sus objetivos.
Desean que sus hijas sean educadas dentro de un ambiente en donde se fomenten los valores cristianos.
Permiten el desarrollo de la autonomía de sus hijas, gracias a que favorecen el respeto, el diálogo y la apertura.
La formación en valores es un objetivo primordial que se acompaña con una excelente formación académica.
Favorecen el contacto y el conocimiento de la realidad social y promueven la sensibilidad y el apoyo a los miembros de la comunidad que lo requieran.
Dentro de la formación también consideran positivo el desarrollo del espíritu crítico e investigativo.
Fomentan el conocimiento de otras culturas y consideran básico el aprendizaje de tres idiomas para lograr una formación integral.
Son padres que comulgan con la filosofía del Marymount y consideran que el colegio es complemento de la educación que ellos imparten y que por lo tanto, colegio-casa conforman un equipo de trabajo.